Paleo dieta cavernícola.

Es un nuevo estilo de vida basado en la evolución humana y evidencia científica que busca recuperar la salud y forma física-natural del Homo Sapiens. El paleolítico, el cual le da el nombre al estilo de vida, fue el periodo en el que evolucionamos de Homo Habilis, el primer homínido, a Homo Sapiens, es decir, nosotros. Hemos tenido esta dieta durante más de 2 millones de años, nuestro cuerpo ha evolucionado con esta alimentación y manera de movernos, es decir, estamos hechos para vivir así.

Por otra parte, hace 10.000 años que comemos cereales, legumbres y lácteos, en tan poco tiempo no nos ha dado tiempo a evolucionar para tolerarlos y es probable que nunca lo hagamos. Seguimos siendo genéticamente iguales que hace 60.000 años. La dieta paleo va totalmente acorde con nuestro organismo.

Alimentación:

Basada en todo tipo de verduras y hortalizas incluyendo también proteína animal, grasas de calidad, frutas, tubérculos y otros vegetales. Trata de evitar cereales, legumbres, azúcar, aceites refinados, lácteos y productos procesados.

Movimiento Paleo:

Otra parte importante del estilo paleo, es el ejercicio físico. Nuestros antepasados salían a cazar y recolectar en ayunas, cuando tenían hambre. Nuestro cerebro sólo entiende que te muevas por: tienes hambre y busca comida. Esto se traduce en hormonas que te motivarán a entrenar cuando tengas el estómago vació (dopamina) y te recompensarán después de ello, sobre todo después de comer (serotonina). Si por lo contrario, haces ejercicio después de comer, con el estómago bien lleno, tu cerebro no entiende qué estás haciendo, además el comer bloquea la capacidad de usar nuestra grasa como fuente de energía, así que si quieres perder grasa acumulada, muévete antes de comer. Aparte del ejercicio en ayunas, camina siempre que puedas, quédate de pie en lugar de sentarte, sube escaleras en lugar de usar ascensor, procura que te dé el sol directo un rato todos los días, y duerme unas 8 horas a oscuras.

Beneficios de la dieta paleo:

-Rendimiento a la hora de hacer ejercicio físico.

-Niveles estables de azúcar en sangre.

-Uso de la grasa almacenada e ingerida como energía.

-Pérdida de grasa corporal.

-Aumento de masa muscular.

-Reducción de alergias.

- Mejoría en el aspecto de la piel.

-Energía estable, no fluctuante, durante todo el día.

-Mejora del sueño.

-Desinflamación abdominal y sistémica.

-Reducción del hambre entre comidas.

-Mejoría del estado de ánimo.

-Reducción del riesgo de padecer (y mejoría e incluso remisión de sus síntomas) cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y autoinmunes.